LA
MANCHUELA.
Se
encuentra al este de Castilla-La Mancha y comprende buena parte del
norte de la provincia de Albacete y el sur de la de Cuenca. Toda esta
comarca está enmarcada al Norte por la Serranía
conquense, al Sur por los llanos de La Mancha de Montearagón,
al Oeste por La Mancha central, y finalmente al Este por la parte
castellana de la provincia de Valencia, límite que viene
marcado por el río Cabriel.
Historia
Se
trata de un lugar de antiquísimo poblamiento. Los íberos
fueron los primeros habitantes de estas tierras como demuestran
importantes yacimientos que hoy en día podemos contemplar en
diferentes museos nacionales (el tesoro de Abengibre, compuesto por
varios platos de plata se encuentra en el Museo Arqueológico
Nacional, o el caballo enjaezado de Casas de Juan Núñez
en el Museo Arqueológico de Albacete). De la época
romana aún se encuentran un mayor número de yacimientos
ya que no hay rincón de toda esta comarca estudiada que no
posea restos (mosaicos y un puente romano en Tarazona, termas en
Fuentealbilla, restos de cerámica y vidrio en Madrigueras,
etc.) incluso alguna de las localidades se corresponden con ciudades
romanas, o las importantísimas ruinas de Valeria, no muy lejos
de aquí se encuentran Saltigi, Libisosa, o Segóbriga.
Todo este terreno se encontraba atravesado por infinidad de rutas
comerciales romanas.
Durante
los siglos XVI-XVIII es cuando estos pueblos comienzan a obtener el
título de villas y con la independencia lograda se alcanza un
auge económico que produce la proliferación de la
mayoría de los monumentos que hoy en día podemos ver.
Los
últimos episodios que se viven en estas tierras hasta la fecha
de hoy son referentes a diversas batallas durante las Guerras
Carlistas, y la Invasión Napoleónica en el siglo XIX,
así como el hecho de que durante la Guerra Civil varias de
estas localidades fueron sede de las Brigadas Internacionales
(Tarazona de la Mancha, Madrigueras, etc.).
Pueblos
y gente
Tierra
de gran riqueza paisajística y monumental, los pueblos de la
zona se corresponden en la mayoría de los casos a la fisonomía
típica de población manchega: conjuntos de casas
agrupadas en torno a la plaza y a la iglesia del pueblo.
La
vivienda tradicional es de tapial (barro prensado) y se componía
alrededor de un patio central al que daban todas las dependencias de
la casa, y el acceso a las dependencias de los animales. En la
primera planta estaba situada el almacén, llamado por estos
pueblos cámara, en donde se guardaban los productos del campo.
Las
gentes de estos pueblos son tranquilos, acostumbrados a llevar
bastante vida social por lo que tienen un carácter abierto y
alegre que inunda todas las festividades que se celebran durante el
año, en especial los días de las fiestas patronales.
La
base económica de todos estos pueblos sigue siendo hoy en día
el sector primario, es decir, la agricultura y la ganadería.
En la agricultura coexisten tanto el cultivo de secano (cereal, vid,
girasol, etc.) junto con el regadío en el que se cultiva todo
tipo de producto hortícola como el tomate, la cebolla, la
patata, el maíz, etc. Con el tiempo se han ido introduciendo
otros cultivos como el champiñón. En ganadería
son el porcino y el ovino los dos más importantes.
Patrimonio
Es
muy numeroso el patrimonio monumental y arquitectónico de los
pueblos de toda esta zona. Muchos tienen importantes restos de época
romana , otros conservan un importante patrimonio árabe (las
murallas almohades de Jorquera), y sobre todo, monumentos medievales
Alcalá del Júcar, Ves,etc.
Muchas
pueblos conservan un importante patrimonio tanto civil (casonas de
los siglos XVI-XVIII) como religioso iglesias, conventos santuarios,
muchos son también los castillos que salpican toda la zona
(Alarcón, Carcelén, Villa de Ves, Jorquera o Alcalá del Júcar).
Es
por tanto una zona en la que rara es la localidad en la que no merece
la pena pararse para admirar algunos de sus monumentos que en muchos
casos se ven realzados por el entorno natural en el que se
encuentran, este es el caso de Alcalá del Júcar,
Jorquera , pueblos situados en roquedales rodeados por el río
Júcar que hace de foso natural alrededor de sus murallas y
castillos.
Naturaleza
Estamos
en La Manchuela, por lo que el paisaje predominante es la llanura
ondulante cubierta de cultivos y pinares. Los dos ríos que
caracterizan esta comarca (Júcar y Cabriel) han labrado con el
paso del tiempo un entorno natural de gran belleza, dando lugar a una
variante climática algo más húmeda.
El
Júcar ha formado un espectacular foso de abrupto relieve
conocido como la Hoz del Júcar en la que los pueblos se han
adaptado a la orografía, colocándose sobre los estratos
(Jorquera), bajo ellos (La Recueja, Cubas) o encaramándose a
ellos (Alcalá del Júcar y su pequeña aldea
Tolosa).
La
Hoz del Cabriel también está formada por farallones de
roca poco erosionable, creando otro cañón que tiene su
mejor exponente en el paraje de "Los Cuchillos", donde las
rocas alcanzan su mayor verticalidad y agudeza. Esta zona del río
Cabriel ha merecido la denominación de Reserva Natural.
La
flora de toda la comarca es de tipo mediterráneo, siendo las
plantas y árboles más comunes el romero, el esparto, el
chopo, las encinas, nogales, pinos piñoneros, sabinas,
almendros, etc.
Entre
la fauna merece la pena destacar al jabalí, el lince, la
liebre, el conejo, perdices, mochuelos, búhos, lechuzas,
cuervos, urracas, cernícalos, torcaces, abubillas, gavilanes,
etc.
OCIO
Y TIEMPO LIBRE
Las
actividades de ocio y tiempo libre cubren los aspectos más
diversos en La Manchuela, aunque, casi todas ellas se agrupan en
torno a tres grandes apartados, con frecuencia relacionados entre sí:
la naturaleza, el deporte y la aventura.Las solicitadas, como
piragüismo, rafting, paseos a caballo,senderismo, pesca,
caza,ciclo turismo y otras actividades vinculadas con el medio
natural y la aventura.
Las rutas para los
amantes de la naturaleza son múltiples y ofrecen grandes
posibilidades; bien para conocer la historia y la oro grafía
de La Manchuela y descubrir su flora y fauna, bien para practicar la
fotografía o, simplemente, disfrutar de la naturaleza del modo
más placentero.En torno a los ríos Júcar y Cabriel se abre todo un abanico de posibilidades para hacer turismo. Parajes como "El Tranco del Lobo" y "El Molinar" en el Júcar y la central de "El Retorno", "La Terrera", "Tamayo", "La Rueda", "el Molino de Los Batanes" y "Los Cárceles" en el Cabriel, son algunos de los lugares más destacados por su gran belleza paisajística y sus zonas de recreo y baño.
Los aficionados a la pesca pueden disfrutar de esta actividad en ambos ríos. El Cabriel es un río limpio, de aguas poco profundas, rápidas y cristalinas, se presta a todas las modalidades de pesca. Las especies más comunes son la trucha arco iris, el barbo, la lubina e incluso la anguila. Sus aguas están declaradas trucheras a lo largo de todo su recorrido por la comarca. En este río existe un coto intensivo de pesca de trucha denominado "La Terrera" y situado en el paraje de la Presa de El Retorno, en el término municipal de Casas Ibáñez. En él se puede pescar todo el año.
En el Júcar las aguas son más profundas y mansas y predominan especies como la perca americana, el lucio, la carpa, el barbo y los cangrejos, también existen dos cotos de pesca intensivos, uno en el paraje de "Las Mariquillas" en el término municipal de Valdeganga, y otro en "Alcozarejos", pedanía ribereña perteneciente al municipio de Jorquera.
Los itinerarios en La Manchuela son múltiples en ambas vertientes, sin embargo, proponemos tres interesantes rutas para ocupar el tiempo libre:
LALLANURA DE LA MANCHUELA,
VALLEDEL JUCAR
VALLEDEL CABRIEL.